Llego a la oficina y mientras me siento voy sacando mi portátil del maletín. Encendido y con la mano en el ratón, los primeros clics son para abrir el correo electrónico y las redes sociales. O un gestor de varias cuentas como Hootsuite.
Antes de empezar a hacer algo, me llama la jefa. Quiere urgente que rediseñe unos carteles de una feria de aceite de oliva virgen extra. En realidad son un par de cambios: poner otras fechas, modificar algunos textos, y cambiar la imagen de la botella de aceite. Puede que esto no sea el trabajo del Community Manager, pero como sé hacerlo, me encargo de ello.
Entre realizar los rediseños de los carteles, exportarlos en PDF para que pueda abrirlos la jefa en su ordenador y mandárselos por email, ya ha pasado casi la primera hora de la media jornada.
Ahora ya si, puedo ver los emails recibidos y entrar en los perfiles sociales de la empresa. El primer labor como Community Manager es recopilar información para su posterior análisis. Es decir, apunto en un informe de impacto todos los datos relacionados con las redes sociales. Como el número de seguidores, los likes que han tenido las publicaciones, los retwets recibidos, etc. Esto servirá sobre todo para saber qué hacer y qué no hacer.
Pongamos un ejemplo. Desde hace meses la página de empresa en Facebook tiene una media de diez seguidores nuevos al día. De pronto, abandonan la página treinta personas. Desde luego, algo ha pasado. Y como Community Manager debo conocer el motivo para solucionarlo y que no se repita.
En la publicación de ayer anuncié los ganadores del sorteo de una botella de cinco litros de aceite de oliva. Posiblemente, los treinta que dejaron de seguir la página de empresa lo hicieron al enterarse de que ellos no habían ganado el sorteo. ¿Qué debería haber hecho para que no se hubiesen marchado? Quizás si hubiese anunciado un posible próximo sorteo, abrían optado por quedarse. Aunque por otra parte, no es que sean el tipo de seguidores más deseados, puesto que de las publicaciones solo les importa los sorteos.
Generar contenido y conversación
Como segundo labor, genero contenido. Por una parte, respondiendo a los comentarios, menciones, mensajes privados u otras formas en las que los usuarios se comunican con la empresa a través de la web 2.0 (redes sociales). Y por otra parte, elaborando nuevas publicaciones.
Esta labor lleva un proceso más complejo. Primero planifico las publicaciones que podría realizar y se las hago llegar a mi jefa para que ella las valore y decida cual son interesantes y cuales no quiere que haga (Siempre me ha aceptado todas).
Cuando ya tengo seleccionada una de las publicaciones a realizar, toca recopilar información, realizar alguna fotografía o visitar algún lugar concreto. Por ejemplo, algunas de las publicaciones que realizo consisten en breves menciones a clientes de la empresa. Normalmente estos clientes son restaurantes. Así que me acerco donde ellos para tomar fotografías del local, los platos y los pinchos. Y para el texto, le hago un par de preguntas al gerente del estilo a “¿Cuál es vuestra especialidad?” o “¿Qué productos compráis a mi empresa para elaborar estos platos?”
Recopilada la información, la convierto en publicaciones para las redes sociales que programo para que vayan apareciendo durante los próximos días.
Para finalizar la media jornada, envío un email a la jefa con todo lo que he realizado en mi tiempo y si ha habido algo a destacar en los perfiles sociales de la empresa.
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